Señas de identidad

Diente de León está formada por cuatro mujeres emprendedoras con una trayectoria profesional de más de 10 años en el ámbito educativo, integrando las experiencias vividas, con las continuas formaciones que realizamos, además de los aprendizajes que adquirimos cada día al acompañar al grupo de niños y niñas.

Nuestros caminos se unieron para darle vida a este bonito espacio, un lugar que cuida y respeta las capacidades innatas de cada niño, cuida su esencia, su libertad de movimiento, su curiosidad, sus ganas de aprender, y es entonces, cuando comienza a definirse su personalidad, su autoestima, cuando se crea su conciencia crítica y surge el interés por cultivar la capacidad de observación del entorno que le rodea.

La confianza en su potencial innato es básica en todo este proceso, que se lleva a cabo siempre con un clima de confianza, respeto y seguridad, en el que crecer sano y querido es la base de todo. Donde lo pedagógico y lo saludable va de la mano.

Un pilar fundamental para Diente de León, es que el centro educativo sea un espacio hogareño en el que los niños y las niñas reciben respuesta a sus necesidades emocionales, psicomotrices, intelectuales, sociales, artísticas y medioambientales.

Nos nutrimos de diferentes pedagogías o corrientes, de la integración de las mismas, nace el día a día de Diente de León.

Tenemos nuestra esencia y personalidad propia. Crecemos y nos desarrollamos en un entorno heterogéneo donde los adultos cualificados acompañan a niños y niñas, mientras juegan de una forma diferente con los de más y menos edad. Desde aquí, tienen a su alcance la posibilidad de interiorizar comportamientos, habilidades, destrezas y actitudes.

Un pilar fundamental para nosotras, es que el centro educativo sea un espacio hogareño en el que los niños y las niñas reciben respuesta a sus necesidades emocionales, psicomotrices, intelectuales, sociales, artísticas y medioambientales.

Damos respuesta al cambio de paradigma educativo de multitud de familias, que nos demandan otra mirada pedagógica, siendo ya un espacio de referencia en los modelos de pedagogía activa de esta zona.

En Diente de León aprehendemos a través del desarrollo del juego libre, las tareas cotidianas, la creatividad y el contacto con la naturaleza, lo que potencia el desarrollo sano de los sentidos, la alegría, creatividad e iniciativa, desde el gusto por relacionarnos con los otros, descubrir el mundo y crecer en él.

Según Gianfranco Zavalloni en su libro La pedagogía del Caracol, por un espacio educativo lento y no violento; los niños y niñas descubren y valoran los tiempos naturales de cada momento y cada individuo.

Diente de León es un lugar de encuentro sobre nuevos espacios a la infancia. Nuestro compromiso y nuestros objetivos buscan apoyar a las familias y a los profesionales con el fin de proporcionar una crianza y una educación más consciente y responsable, que atiende las necesidades profundas de los niños pequeños.